El hombre de los círculos azules Fred Vargas - novela negra - crítica

Citas:

«Adamsberg no ataca, pero transforma, nos rodea, aparece por detrás, nos desactiva y al final nos desarma».

«Me pregunté por qué soy poli. Seguramente porque en este oficio hay cosas que buscar con posibilidades de encontrarlas. Eso consuela de lo demás. Porque, en el resto de la vida, nadie nos pide que busquemos nada, y nos arriesgamos a encontrar porque no sabemos lo que buscamos».

«Nunca se sabe dónde estás, por dónde vaga tu alma».


Novela policiaca donde nace el comisario Jean-Baptiste Adamsberg, (Juan Bautista Montaña de Adán), escrita en 1991, convertido en audiolibro en 2006 con la voz de Jacques Frantz y en adaptación para Televisión en 2009. Premio del "Festival de St. Nazaire" en 1992.

Es una historia donde las piezas de un puzzle entran en juego, el reto es unirlas. Adamsberg es especial, puede que intuitivo pero sin una fórmula clave de investigación. Alguien tan complejo que deja al lector sin armas.

Introspección, análisis psicológico constante para entrar en la mente de cada uno de los personajes. Un aparato policial nada sofisticado, sin glamour.


No es un libro de género al uso y perfecto, se repiten situaciones "clonadas" una y otra vez. No hay que despreciar a una Vargas que usa Paris como un gran escenario del crimen.

En mi opinión es un libro que sirve para entender el universo en el que se mueve el comisario estrella de sus libros, trama aceptable y la antesala de otros más intensos hasta en el plano cómico.

Jean-Baptiste Adamsberg
Procede de los bajos Pirineos. Ingresó en la policía con 25 años, trabajó en lo que él denomina "los pueblos de piedra". Con 45 años es trasladado a París como comisario del distrito 5º. Más tarde será nombrado comisario principal de la Brigada Criminal de la jefatura de policía, sección homicidios, distrito 13 de París.

Es asocial, asilvestrado, solitario... olvida los nombres de sus más próximos colaboradores. Parecería que no hay lugar para una persona como él en el cuerpo, pero gracias a su increíble intuición, su índice de resolución de casos es inmejorable y ello ha ocasionado su rápido ascenso. Su rostro se ilumina cuando se enfrenta al misterio. Es capaz de ver la maldad que rezuma en los otros y nunca se equivoca.




Es guapo pese a su nariz demasiado grande, la boca torcida, los ojos borrosos y caídos, lo que importa es el conjunto. Cuerpo pequeño, delgado y sólido, vestido a la buena de dios.

Le gusta caminar, soñar, pintarrajear, no usa reloj, fuma. Tiene una relación intermitente con Camille.

Fuente: Mis detectives favoritos